domingo, 17 de junio de 2012

DEL AMOR Y OTROS DEMONIOS (17 de junio de 2012)

Diario Montañés, 17 de junio de 2012


La gente asimila mejor las noticias graves cuando se ciñen a historias concretas. El drama del traslado de los residentes de La Pereda estaba comenzando a diluirse, porque resulta muy complicado solidarizarse con un centenar de personas sin rostros definidos. El dolor es traicionero: se desvanece en el tumulto, precisamente donde más daño hace. Es mucho más fácil aprehenderlo si se centra en casos específicos, como el de esa pareja otoñal, Ángel y Paquita, que con la historia de su amor está generando una corriente de solidaridad que puede hacerle mucho daño a quienes pretenden que acabe de una vez por todas la repercusión mediática del traslado forzoso.
Ángel y Paquita se resisten a que los separen por la fuerza. Los responsables de la reubicación de los ancianos quieren llevarle a él a Laredo, dicen que buscando su bienestar. Ellos no tienen la misma opinión. «Si te vas a Laredo, me muero», exclama ella, forzada a quedarse en Santander, mientras él la tranquiliza diciéndole que siempre permanecerá a su lado.
Quienes sí pretendían una separación rápida eran las dos jóvenes que el pasado fin de semana «entablaron amistad» con un par de catetos y terminaron con ellos en la habitación de un hotel santanderino. Allí los dejaron abandonados, tras birlarles casi dos mil euros –no es poca cantidad para alternar– que escondieron en «sus partes íntimas». En la papelera de la habitación dejaron tirado el teléfono de uno de ellos, supongo que no por falta de espacio en tan dilatado escondrijo, sino porque podía sonar inesperadamente y descubrirlo. Tras la denuncia de los engañados, un análisis físico en comisaría dejó claro que el interés de las chicas por sus compañeros de esa noche era sólo económico.
Quizás también lo sea el de quienes promueven el desalojo de la residencia de La Pereda. Si, como se sospecha, alguien se lucra con este asunto, «sus partes íntimas» se quedarán pequeñas para ocultar los pingües beneficios de la operación.

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