martes, 18 de marzo de 2014

EL OLVIDO (19 de marzo de 2014)


El Diario Montañés, 19 de marzo de 2014

Estoy ocupado con la escritura de un libro sobre el Valle de Villaescusa. Rastreando las huellas del pueblo de Obregón y de sus moradores, he encontrado la biografía del beato Bernardino de Obregón, escrita en 1633 por Francisco de Herrera. En uno de sus capítulos el autor reflexiona sobre el olvido: «Pasa una edad y la que sucede es sepultura inevitable a la que sucedió: así malogra el olvido las acciones más gloriosas».
Lo mismo acontece con algunas circunstancias menos gloriosas, pero importantes en su momento. Ya casi hemos olvidado que a Obama le concedieron el Nobel de La Paz, y que él se olvidó de los presos de Guantánamo; y también que hay dos papas vivos, porque uno de ellos presentó la dimisión ante Dios y ante los hombres. Y nos han hecho olvidar aquel Padrenuestro generoso que perdonaba nuestras deudas y a nuestros deudores (algo tuvo que ver la católica banca para evitar cargos... de conciencia).
En las cosas de andar por casa, olvidaremos, ésta sí, la deuda de un ayuntamiento con Hacienda; y los campos de golf que nos prometen en cada legislatura (ojalá que sigan en el olvido); y la piscina de 50 m, que llaman olímpica ignorando que sólo lo es la que ha acogido en sus aguas una olimpiada. Y nos olvidaremos del engaño del AVE (como el del túnel de la Engaña). Y del paradero del dinero de nuestro ex senador Bárcenas. Y de las promesas electorales olvidadas, cuando nos hagan nuevas promesas.
Sé que olvido muchas cosas: también yo hábito en el olvido. Hoy no es una edad, sino la información de un día la que sepulta lo anterior. ¿Saben lo más curioso?: si busco «olvido» en Google –prueben ustedes–, surge en primera posición la inolvidable ex concejala Hormigos, famosa por el video de una escena febril en que vibraba, no por su clarividencia mental. Sin otro mérito que llamarse Olvido y haber dejado su cuidado «entre las azucenas olvidado».

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