martes, 19 de mayo de 2015

LOS INDECISOS (20 de mayo de 2015)


El Diario Montañés, 20 de mayo de 2015


Los indecisos son quienes mayor influencia van a tener en los próximos comicios, los que más van a hacer oír su voz aunque ahora estén callados. A los indecisos un buen amigo mío los llama emboscados, porque están agazapados, a la defensiva, a verlas venir. Saben, pero no contestan, porque son de naturaleza desconfiada. Se enteran de todo, pero no quieren que nadie conozca sus preferencias. Los indecisos son muy suyos. No marcan siquiera un «me gusta» en Facebook para no hacer públicas sus ideas. Los indecisos, como recomienda san Mateo, no quieren que su mano izquierda sepa lo que hace su mano derecha, y mucho menos que lo sepa cualquier desconocido cuando los aborda por la calle. Son crueles con los encuestadores, que se sienten incapaces de cazarlos con sus preguntas-trampa porque conocen todas las triquiñuelas para salir airosos sin que nadie acierte por dónde les da el aire. «En boca cerrada no entran moscas», quieren decir cuando se encogen de hombros, que suele ser casi siempre.
Los indecisos, a quienes mi amigo llama emboscados, traen de cabeza a los políticos durante la campaña electoral, porque no se mojan. Ya no saben qué ofrecerles para sacarlos de su indecisión. De qué les sirve a nuestros próceres inaugurar algo todos los días –como no queriendo, eso sí, para no incumplir la ley–, siguiendo un correcalles agotador en el que lo mismo se hacen fotos en una nueva pasarela, que inauguran en diferido un hospital del que hay construido poco más que una fachada. De qué tanto paseo en bicicleta, tanto viaje, tanto baile, tanta camisa remangada y sin corbata, tanto mercado y mercadeo, tanto beso y tanto abrazo, si luego en las encuestas el «no sabe, no contesta» es un porcentaje mayoritario que les abruma con su incertidumbre.  
Los indecisos, lo sabemos con certeza, tienen su voto decidido hace tiempo, aunque no lo manifiestan porque no dicen la verdad ni al médico. La decisión de los indecisos, el domingo, puede quebrar las horquillas de todas las encuestas y generar muchas sorpresas.
Yo no me fiaría mucho. O sí. Según.

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