martes, 6 de octubre de 2015

EL FACTOR HUMANO (7 de octubre de 2015)


El Diario Montañés, 7 de octubre de 2015

Andamos muy preocupados con la apertura del nuevo hospital de Valdecilla, porque tenemos la experiencia de que en nuestra región algunos asuntos importantes suelen enquistarse. Se terminaba el mes de marzo, que era el plazo que la ley electoral permitía para cortar cintas, cuando Rajoy y Diego lo inauguraban virtualmente. Según manifestó entonces Diego, Valdecilla iba a estar terminado el 15 de mayo, lo pagaría el Estado y nuestra sanidad seguiría siendo pública, universal, gratuita y de excelencia. «Nadie tiene ninguna duda –añadió–, ni siquiera aquellos que tratan de sembrarlas con mentiras y manipulaciones». Hubo muchas fotos dentro de unas habitaciones que, ahora lo sabemos, sólo estaban preparadas para el evento. Esa fue la primera manipulación.
Atrás quedó mayo con sus flores bellas, y ya ha entrado octubre, con fuertes suradas. Y seguimos esperando que se corrija algunas goteras, que se racionalice la ubicación de los profesionales en las plantas y que se obtenga la licencia de apertura por parte del ayuntamiento de Santander. Un poco de todo parece que está influyendo en el retraso. Pero el problema de fondo es que el sistema sanitario se ha desangrado con tanto recorte. El mismo mes en que los dos presidentes inauguraban en futuro, conocíamos el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud que recogía que el presupuesto para sostener hospitales y centros de salud había caído de 2009 a 2013 en diez mil millones de euros. Y la caída había repercutido sobre todo en los recursos humanos. Ya apenas se cubren las bajas y no se sustituye a los que se jubilan. El Sistema Nacional de Salud ha perdido en ese periodo en toda España cerca de cinco mil trabajadores.
Esta semana la asociación de Médicos Sustitutos de Atención Primaria de Cantabria ha corroborado la situación: «Durante determinados periodos del año no se cubren las solicitudes de vacaciones, ni las bajas laborales de los centros de salud y los consultorios», lo que está llevando a nuestros jóvenes profesionales a emigrar a otros lugares que les ofrecen mejores condiciones laborales.
Y, qué quieren que les diga, por muy moderno que sea el edificio y muy sofisticada su tecnología, es imposible que Valdecilla se mantenga como un referente si continuamos despreciando el capital humano. Perder a tantos jóvenes preparados es una irresponsabilidad de insensatos. Intentar recuperarlos tiene que ser una de las tareas prioritarias de este gobierno.

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